Si, tras bombardear las editoriales con vuestras cartas de presentación, habéis conseguido captar su atención y que se muestren proclives a leer vuestra obra completa, es el momento de sonreír, hinchar los pulmones a tope y dejar salir el aire como un torrente. Es hora de celebrar, de sentirse orgulloso, habéis escalado vuestro primer 8000, habéis pedido una cita a la más rubia de las animadoras (o al mas musculado de los jugadores) y os ha dicho que se lo pensaría.
No es necesario que borréis del rostro esa expresión altiva, mezcla de orgullo y triunfo; pero tampoco os calentéis y mandéis a “tomar Fanta” a vuestro jefe o la chica del pueblo (o al mancebo de botica que os envia cartas de amor). Hemos escalado por un tenebroso pico (y digo hemos porque yo con "De Revelaciones y Engaños" también lo he conseguido), bregando contra el cansancio, el hastío y la desesperación y por fin hemos alcanzado la cumbre. Al asomarnos al otro lado, hemos visto que nos esperan unas cuantas cumbres más antes de conseguir publicar con las debidas garantías, muchas más para conseguir vivir de una profesión tan complicada como la de escritor.
En mi caso, cuando alcancé esta cumbre me sentí como Parrado y Canessa, cuando treparon la primera de las cumbres andinas que separaban el desgraciado vuelo 571 del mundo exterior, cayendo entonces en la cuenta de que les rodeaba toda una cordillera tenebrosa, perversa y helada. Vértigo…incertidumbre.
La posibilidad de que el esfuerzo de esta primera escalada caiga en saco roto me produjo una incómoda sensación de responsabilidad. Aún queda mucho trabajo por hacer y el esfuerzo de esta primera escalada no puede caer en saco roto.
Al igual que los dos supervivientes decidí abstraerme de las amenazadoras cumbres, correr ladera abajo y enfilar el siguiente reto. Al igual que ellos, no dudaré en zamparme a cualquier compañero caído.
Antes de coger el trineo y lanzarse ladera abajo dispuesto a empitonar nuestra segunda montaña, ya que no nos morimos de hambre y no nos espera un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya lleno de compañeros "palmando" de frío y necesidad, podemos permitirnos parar un segundo para disfrutar de la soledad de la cima y prepararnos concienzudamente para seducir al comité de lectura correspondiente. No sea que cuando comiencen a dedicar el tiempo a tu novela le pase lo que a Kewdy de los Santos con su novia de Los Alcarrizos:
No se trata de conceptos sesudos, son sólo normas de presentación, el equivalente editorial a las normas de etiqueta de las cenas de señoritingos. 10 normas sencillas que harán más por el buen aliento de vuestra novela que un barril de 208 litros de enjuague bucal:
- La obra estará escrita a ordenador. Elije Times New Roman o Arial como fuente. Son cómodas de leer en un tamaño de letra 12. No es plan quemar la retina de quien tiene que dar el visto bueno a tu novela.
- Presenta siempre en interlineado doble y con márgenes suficientes. Así el texto os quedará más desahogado y por lo tanto más fácil de leer.
- Ojito con las faltas ortográficas, gramaticales y tipográficas. Pueden dar al traste con vuestra valoración final.
- Procurad que cada nuevo capítulo arranque en una nueva página. La presentación así quedará mas limpia, más diáfana.
- Numera las páginas. El orden nunca está de más.
- Dedica la primera página a incluir todos los datos importantes: título, autor, tus datos personales, mail de contacto, teléfono.
- No olvides indicar con claridad el género y público objetivo de la obra, (fantasía, terror...novela adolescente...)
- Si el libro supera las 80000 pañabras incluye también una pequeña sinopsis, presenta tu novela, explica de qué va.
- Si crees que puede ayudar a vender tu novela puedes adjuntar tu currículum o tu carta de presentación.
- Si vas a presentar la novela en papel, por correo postal, imprime sólo por una cara y no olvides encuadernarla.
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